La verdad es que no me veía llegando de nuevo a Beasain tras los 168 km y decidí no sufrir. Me subí al coche y a las 4 de la mañana ya estaba goxo-goxo en la cama. Al día siguiente me levante y a disfrutar de la carrera como espectador y animador.
Felicidades a Joseba y Urtzi que hicieron un carrerón. Entraron en meta frescos como lechugas, fue una gozada animarles.
Bueno, gracias a todos por los ánimos. Habrá más carreras, más batallitas y espero que crónicas más largas.